Te sigo amando, porque recuerdas
que el otoño gris de las hojas secas
y las ramas, cae al suelo en busca
de descanso, porque contigo atravieso
fronteras de arena y de cal,
convocas latidos de raíz y participas
como nadie lo hace en el fruto
que entrega el germen de la tierra.
Te sigo amando, y no sabré hacer
otra cosa que quererte amar,
tu filtras la paz y estrechas tu cuerpo
a mi cuerpo, amainas los malos vientos,
discurres por las palabras y tu pelo
de sol desmelenas, eres distinta,
porfías con versos y tienes poema.
Te sigo amando, aunque te ausentes,
de golpe, aunque concibas un mundo
de silencios rotos, crecí en tus dudas,
me senté a la orilla de tu río
y por el cauce del agua exhalaste
el alma dormido que despertó mi vida
y mi sangre de forma fiera.
Te amo, aunque la lluvia empape mis manos,
te amare, aunque la luna nuble la retina
donde habitas, eres un ángel
en mi compañía y en cualquier distrito
donde avancen tus pasos hallo tu luz inmersa,
potente corazón que tiembla,
aunque tiemble de dolor por el miedo
a perdernos, cuando entiendo
que ni tú misma me podrías perder
porque debes amarme
si no no seguirías, como sigues, alerta.
Fernando Novalbos Sanchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario