En mis sueños eres el amante predilecto, delicadamente en la oscuridad de estas cuatro paredes susurro tu nombre.
Mientras te decides a ser mi dueño, mi amo y señor; un juego de roles que solo tú y yo sabemos jugar.
Te escabulles entre mis sábanas, te pierdes en ellas, mis manos te buscan, y te encuentran besando mi vientre.
Susurro tu nombre, adueñaste de mí, quédate ahí, no dejes de moverte suplico a susurros entrecortados.
Devórame lentamente, conviértete en ese amante que eres en sueños
Hazme tuya, te suplico, no puedo seguir soñándote…
Te susurro al oído.
Emilig Rodriguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario