Deseos de ti,
ansias en mi alma,
anhelos en mi corazón,
despiertan, callados,
invisibles, traídos,
como regalos del viento,
y soy feliz.
Mío,
tenerte conmigo,
vivirte, soñarte,
amarte,
bendecido con
esta oportunidad,
de mirarte, de verme,
reflejado en tus ojos.
Tú,
que ha sido traída,
a mi vida,
sin yo planear,
solo sonándote,
sin saber cómo,
ni quien era,
aquí estás tú.
Digamos amor,
entonces.
Digamos,
te quiero.
Vamos,
a nuestros brazos,
atraídos por el cuerpo,
el deseo, donde,
las explosiones volcánicas,
de nuestros labios,
se unen y estallan en besos.
Rafael Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario