domingo, 18 de enero de 2015
LUIS CERNUDA PIENSA LOS PLACERES PROHIBIDOS
“Unos cuerpos son como flores” tendidos
en los brazos calientes del verano,
asimilándose al cobre de las arenas,
mordidos por los dientes sutiles de la espuma,
lamidos por las lenguas suaves de la espuma
y esos cuerpos, regalos del estío, se abrazan evocando
deseos como víboras pequeñitas que anidan en la frente,
como escorpiones en la soledad donde a la noche,
con sus dedos de sombras viscosas y lentísimas,
la pasión se desnuda y se mira ante el espejo,
se copia más y más en los espejos,
se recrea en furtivos paraísos
de inconfesables emociones, canta todo el cuerpo
su canción de faunos y náyades maniatados
con toda la ebriedad de una explosión calculada y callada,
como si fuese la noche una copa con néctar de locura
y la piel fuese el límite del mundo
y el placer,
la moneda de oro de la vida.
Del libro Los espejos preferidos de Juan Mena -San Fernando (Cádiz)-
Publicado en la revista Arena y cal 221
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