Volver al mismo comienzo
donde se ve claridad,
donde no existe el tropiezo, se ignora la soledad.
Volver con el pensamiento,
recorrer lo conocido,
poder hacer un recuento
de todo lo acontecido.
Pararnos por un momento
en lo que nos ha marcado,
pedir a Dios un aliento,
aprender nuestro pasado.
Mirar momentos felices
reír, de nuevo soñar,
sentirnos como aprendices,
pensar: “vamos a triunfar”.
Tristeza y euforia unidas,
volver sobre nuestros pasos,
sentirnos los salvavidas
de todos nuestros fracasos.
Gloria volver a alcanzar
al vernos ya triunfadores,
dar gracias por disfrutar,
volver a ser soñadores.
Elsa Septién Alfonso -España-Cuba-
Publicado en la revista Oriflama 25
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