EN LA ORILLA DEL RÍO

Me paré en la orilla
del río y vi como la corriente
arrastraba una vieja silla.

Caminé por los senderos de tierra
hasta que cansado me senté
en un banco de piedra
mientras veía el agua correr.

En dirección contraria vi
acercarse a un jovenzuelo
subido en unos zancos viejos
haciendo equilibrios y sonriendo feliz.

Me saludó y siguió su camino.
Lo vi alejarse por el sendero
mientras a mi espalda un jilguero
me saludaba con su melodioso trino.

Abandoné el banco
miré al río y vi la silla
destrozada en la orilla
y a lo lejos al chico de los zancos.

JOSÉ LUIS RUBIO