domingo, 28 de diciembre de 2014

INCENDIO


Ahora arden las venas,
se quemaron todos
los sueños.

La jungla está llena
de árboles secos.

Años perdidos, años
de arados y sequías.

Nada nos ata, todos
los nudos ardieron
en las llamas.

El viento poco a poco
se llevó la ceniza,
solo sus huellas
arrugadas quedaron
marcadas en mi rostro.

Noto que ni el aire
acaricia el día
como antes.

No sé donde estás,
si todavía corres
en la luz, si duermes
en las noches.

Que más da, ya quizás
ni la quiera, evito los
detalles, procuro no
despertar el corazón.

Para qué volver
a vestirme de esos
recuerdos, si sé que
es posible, que ya no
pueda tenerla.

Se cansaron los labios,
se paralizaron los
dedos, ya no vale nada,
para este mendigo
de cintura.

Todo lo arrastró el río,
el mar está lleno
de mis pertenencias.

Herman Pilier Báez 

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