jueves, 25 de diciembre de 2014
EN EL LAGO DE FUEGO
Entrañas hierven de yerma singladura
Aposento del derroche perdido en tu vientre
Quiebra de afanosa diamantina
No busques donde el dolor sea duro,
En tu cercanía se ciernen las lobadas.
Arrancado de la miel, obcecado en su hiel
Ángel de íncubos etéreos
Miente a tránsito cumplido
Sin menoscabo de lenguas, montaraz denario.
Una diestra se encubre
La siniestra se aturde de glosas sin concebir
Miserias afloran en lodos llenos de cuerpos
Mas el fuego fluye en el lago
Expelidos por sus jergas serán los marchantes.
He emergido a indagar tu exaltación
Beberemos de tu cicuta benévola
Al sanar la expiación de los daños al deudo
Pues codiciaste a ser justo personaje
Y tragaste linimento de pintor engreído.
Las bravas hazañas te pulen la piel
Preñada de cicatrices en falacias perdidas.
Del libro El lago y la serpiente de SANTIAGO PABLO ROMERO
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