Deseo de mantenernos
en la danza del embeleso
sorteando la distancia
de los parámetros establecidos
arrogancias y orgullos
que nos mantienen en el dominio.
Y sin embargo el intelecto
danza en su pavoneo
por el destierro de no permitirnos
acariciar la mieles de lo apetecido.
Mentes sagaces
estableciendo el camino
engrandeciendo los sueños
en la esperanza
de la entrega sublime.
Unión sin conciencia
solo el corazón grita su pasión,
almas atrapadas
en el confín del firmamento
indefinidamente a lo que se siente
sin remilgos
y con el corazón abierto.
Locura del momento
saber que encadenados nos encontramos
y sin embargo
la distancia se hace eterna.
Pretendemos alejarnos
haciendo que el suspiro lacere.
Nos encontramos sumergidos
en el mar de los sueños,
sublimes sentimientos
danzando en aquellos juegos intangibles
intentando tocar las estrellas
para pedirles que concedan
la dicha de la entrega.
Usando todas las habilidades
que las sagacidad nos guía
unión necesaria
al desear no perder
este sentimiento que embriaga.
Deseo de no padecer
por temor a la pasión
sin entender que lo peor que puede suceder
es alejarse de aquel
de quien se llega a querer.
El asombro constante
sueño imperceptible de la vida
sorpresa del justo momento
para degustar las mieles de lo pretendido.
Usando las destrezas
para poder encontrar
el punto exacto para otorgar
descubriendo lo sublime del arte
siendo los confidentes
sentimientos entregados
amor que se ha de dar
deseo que se sepa apreciar.
El juego de las habilidades
puestas de nuestro lado
descubriendo el camino ya marcado
sentimientos implicados.
Sandra Méndez -Guatemala-
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