El hombre mira al hombre mientras, encima de la cúpula, sostiene el espejo frente a sí con las dos manos. El hombre se lanza al vacío con los brazos extendidos y el espejo delante. Finalmente ha hallado el método para matar a su doble.
Del libro Cuentos de hombre y altura de
FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
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