jueves, 25 de diciembre de 2014

BURRO


El caballo es orgullo, y elegancia;
se alía al poderío y la nobleza
por su brío en el campo, y su destreza;
su testa en alto peca de arrogancia.

Pero el asno es humilde. Su importancia
se cifra en cometidos de llaneza;
más cercano a la tierra, a la pobreza
de las clases plebeyas, sin prestancia.

Y sin embargo, en su remota historia,
épocas tuvo de esplendor, de gloria;
por el Hijo de Dios fue cabalgado.

En sus horas de inercia, reflexivo,
tal vez sonríe, al no hallar ofensivo
que el hombre llame burro a su allegado.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -In memoriam-

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