sábado, 3 de mayo de 2014

¡OH AMADA!


Tu inocencia se perdió en mis
brazos y tus piernas eran
una ciudad que nunca
había sido descubierta
Te veía siempre cubierta por
un idilio detrás de tu ropa.
Y solo se me antojaba una caricia,
pero no sabia que mas alla existían
mas cosas. Descubrí como rosas
una enorme primavera y sus
pétalos cerrados me invitaban a
cultivar tu tierra.
Sutil, mi amada, tu flor no era
desvencijada y tu dolor nunca
fue descubierto bajo mi almohada.

Que alegría encontré en tu torso,
en el bolso de tu cuerpo, solo
ansias rebosadas me invitaban y
yo me ahogue sin meditar nada.
Oh amada, me gusta tu tierra y
sus aguas desbordadas!

Jay Jay

No hay comentarios:

Publicar un comentario