domingo, 4 de mayo de 2014

MADRE


Esa mujer que hoy se pasea
con canas en su cabello,
del tiempo en su rostro el sello
y unos huesos doloridos
es quien nos mantuvo unidos
procurando con su esfuerzo
que creciéramos felices,
reforzando nuestras raíces,
forjándonos el carácter,
cuidando de nuestra infancia
sin abrazar la falacia
que la vida es siempre bella.
Y así aprendimos con ella
a ser personas decentes,
a hacer el bien a la gente.
Y ahora con los propios hijos
tendremos que dar la talla
luchando en nuestra batalla
y seguir con la cadena.

¡Que vivir no siempre es fácil
pero merece la pena!.

Sagrario Maqueira

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