La mujer que quiero
tiene los ojos cerrados
de tanto mirar al cielo
buscando consuelo.
La mujer que quiero
con solo mirarme
me roba todo mi tiempo
y me hace su prisionero.
La mujer que quiero
ya no mira al cielo
mira mis ojos negros
que son un delicado espejo.
La mujer que quiero
está esperando mis besos
sentada en el balcón
con los ojos bien abiertos.
JOSÉ LUIS RUBIO
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