En mí las esperanzas que claman un
poco de paz interior, miro al cielo
para llegar a ver la luz del horizonte
perdido, entre las tinieblas que decoran
el camino infinito que me separa de ti,
las nubes guardan mis secretos,
y el cielo despide lágrimas de dolor,
yo pregunto al viento donde estás amor,
habitas en mí,en cada latido de mi corazón
se puede escuchar tu nombre, como el
tic tac de aquel reloj, que no quiero
mirar, porque es el tiempo que me separa
más y más de tu reflejo, habitan en mí
los sueños de los dos, y perdura aquel amor
que una vez nos unió, habita en mi una pasión
por ganar tu amor, que no logro cumplir
por sentir tu ausencia en mi habitación,
plegarias decoradas al aire disparo hoy,
como fusiles para que lleguen a tu corazón,
y sientas en un suspiro que desvelo mis noches
esperando un beso, un abrazo que me devuelva
la emoción de sentir tu cuerpo hoy, pero todo
es en vano, ya no me escuchas, ya no me miras
pero habitas en mí ocupando gran arte de mi cuerpo
y mi corazón, fuertes pasos se escuchan, pareciera
que apuras mi indecisión, y yo lo único que
siento es el correr de mi sangre que apura los
latidos de mi corazón, amor que habitas en mí,
vine aquí a liberarme de tu recuerdo, te has convertido
en la sangre que corre sin dirección por mis venas,
en la piel que protege mi cuerpo, en los huesos
que sostienen mi fe, y en las lágrimas que pesan del alma.
Habitas en mí y en cada suspiro, de deseo cuando
recuerdo tu cuerpo, como ave de paso te has quedado
en mi interior, para proteger tu alma herida,
convirtiendo mi vida en un triste tormento de amor,
y que es de mi libertad, sino puedo tenerte ni poseerte,
que será de ti si no te alejas totalmente de mí,
dime donde iremos a parar hoy, si el camino se cerró,
miro al cielo y en silencio escucho, el car de tus penas
como rocas al vacío de tu triste corazón que en cada latido
te recuerda que aún sigo viva y esperando por tu regreso.
Vane Palacio -Argentina-
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