ahora,
cuando la espera no existe.
Aguardarán en calma la cosecha
suspendidos en encuentros furtivos
de un tiempo ya pasado.
De ese otro tiempo cobarde
que huyó entre las agrietadas ranuras
de unas manos crispadas
ante el futuro incierto.
Celia Martínez Parra. España
Publicado en la revista Oriflama 22
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