Joseph Ramoneda: “Contra la indiferencia”
“El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia; esto es la esencia de la humanidad”
William Shakespeare
La enjundia que ofrece este libro de ensayos de Joseph Ramoneda plantea como tema central señalar el acuciante peligro, que vive la sociedad actual bajo el insistente azote de los poderes mediáticos y su ambicioso deseo de lograr la alienación total de la sociedad. Un afanoso y aniquilador proyecto contra todo individuo capaz de pensar y decidir por sí mismo. La nueva versión del Fahrenheit de Truffaaut. De tal forma que prójimo que acepte las ideas emitidas por el Gran Hermano engullendo esa falsa realidad historia que para el diario vivir van configurando, estará condenado a convertirse en el alienado y perfecto esclavo del sistema. Simple y encadenado súbdito
Todo es iniciar la lectura Contra la indiferencia, cuando en el Aviso a modo de prólogo leemos una breve frase de Emil Cioran que advierte: “no hay nada más peligroso que la voluntad de no ser engañado” En nuestra comunidad a medida que aumenta la indiferencia, ésta se encuentra más aprisionada con astucia por los poderes absolutos. Solo le queda al ciudadano que desea poseer y expresar criterios propios, tanto sociales como culturales, utilizar a modo de escudo defensivo y ataque, la voluntad y entereza intelectual de pensar por si mismo siendo consciente de poder ser considerado un individuo “políticamente incorrecto”
A medida que crece la indiferencia da la sociedad ante la pérdida de calidad de las clases políticas y democráticas, con la falsedad premeditada de las ideas de un falso progreso comunitario, el poder conservador avanza de forma amenazadora. Aquí, el grave peligro que señala y analiza Ramoneda ante esta “cultura de la indiferencia” que día tras día se extiende de forma más alarmante.:”La cultura .de la indiferencia hace estragos en Europa y está cristalizando en una verdadera cultura del miedo, debidamente alimentada desde el poder político” Situación que en España dada la ambivalencia política de la izquierda y su alarmante pérdida de identidad y capacidad intelectual, viene acelerando el mortífero virus mental de la indiferencia.
Luego nos encontramos, entre el desafío de pensar por si mismo o dejarse dominar por medio de la indolencia y el consumo teledirigido a “forzar a los hombres a pensar colectivamente, es decir, a no pensar” Con lo segundo, nos situamos al borde del abismo al aceptar lo que se denomina “políticamente correcto”, fabricado desde una gran fuerza todopoderosa. Si esos poderes son conservadores se pueden considerar “normal y tradicionales”. Si por el contrario emanan de una izquierda desmemoriada que ha derrochado su legado y riqueza cultural, la situación es más triste, pues voluntaria o involuntariamente la necesidad de recuperar la Ilustración resulta extremadamente difícil.
Todo se encuentra analizado y bajo vigilancia desde arriba considerándose ”normal” y justificado, desde el poder manipulador de la teoría de Maquiavelo con la denominación maquiavelismo, que no tiene que ver con Maquiavelo y su verdadero origen y propósito de entender: “La política como el arte de distribuir las personas, de ordenar e institucionalizar la comunidad” La condena es una manipulación de la Iglesia contra el autor del Príncipe por “osar arrancar la política de las manos de Dios” Luego debemos de ser conscientes que el mal tiene dos caras “el abuso del poder y la servidumbre voluntaria”
En el capítulo dedicado a Jorge Semprúm el escritor señala que, “No hay nada más a la izquierda que la libertad” Dicho aviso es el fruto de una experiencia que dejó marcada su vida y obra literaria, pero también le dio clarividencia y capacidad de análisis para entender que: “La vida no es el fin, el fin es la libertad” vivir aprisionado en la red de lo “políticamente correcto” es vivir sin libertad.
Luego el desafío exige perder el miedo y la comodidad del consumo y pensar por si mismo. Escuchar con espíritu crítico aquellas voces con “nómina oficial” que pregonan insistentemente sin temor al ridículo el “paraíso” de la mediocridad. Como señala Elias Canetti: “La humanidad sólo está indefensa donde carece de experiencia y de memoria” Contra este destino se rebela la razón crítica de estos ensayos.
FRANCISCO VÉLEZ NIETO
Publicado en el periódico Luz de Levante
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