Me sigue una guitarra.
No la veo pero sé que está tras de mí.
¿Qué hacer para despistarla?
Me quedaré quieto y escucharé.
Quizá así deje de seguir mis pasos.
Se mueven las cuerdas.
Las vibrantes notas que aquietan
el aire atraen a otras guitarras
que me envuelven en un manto sonoro.
Todas empiezan a tocar.
Todas quieren destruir el silencio
y para eso nada mejor
que un toque por soleá.
El quejido queda suspendido
entre nubes de algodón.
No tengas celos del viento
que te acaricia sediento
quéjate con unos fandangos
llenos de amor y penas.
La guitarra me gusta.
¿Qué tiene la guitarra?
La guitarra me embruja.
¿Qué tiene la guitarra?
La guitarra me enmudece.
Toca, guitarra, que yo me callo.
Del libro inédito Enredado en cantes de JOSÉ LUIS RUBIO
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Hace 1 día
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