creando un sueño azul, en añoranza
de esa felicidad que nadie alcanza,
tan sutil, intangible, transparente.
No aspires a obtener lo equivalente
de riqueza, prestigio o alabanza.
Muchos lo tienen ya…, como una lanza
de inquietud horadando el subconsciente.
Mendigos hay más cerca de tal meta,
peregrinando en lánguida carreta,
que potentados en ligero vuelo.
No ambiciones. Prepárate un programa
adaptable a tus lindes, y derrama
toda tu voluntad en tal modelo.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
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