Querido padre
que continuaste
por el sendero
de otra dimensión,
donde tu alma
debe de gozar
de la dicha de la paz
en su total inmensidad.
Espero que donde te encuentres
comprendas que mis recuerdos
no dejan de tocar mi alma
al saber que fuiste
el padre que necesité
para lograr ser
en quien me transformé.
Con tus enseñanzas
de amor o de severidad,
de alejamiento o de total protección
mandaste el mensaje
necesario para mi corazón.
Nadie es perfecto,
eso lo sé,
pero me mostraste
el valor del amor
donde no se debe
de esconder el corazón.
Sandra Méndez -Guatemala-
miércoles, 19 de junio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario