Por la ventana entraba
Alumbrando el polvo del aire.
La luz del sol brillaba.
En la silla vacía
Su luz se abandonaba
Y quedaba dormida.
Se oían los rezos de la abuela
Al fondo de la estancia, en su butaca.
El fin del rezo hace que se mueva.
Avanzan con cuidado
Sus furtivos pasos
En busca del sofá destartalado.
El cuerpo cayó como una carga
Que libre de sujeción
El sofá aguarda.
Alargó el brazo hacia la cómoda
Mózart cruzó la estancia
Que se volvió sonora.
Pedro Jesús Cortés Zafra -Málaga-
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