No hay fe que se sujete con el crimen.
No hay dios que se merezca un sacrificio.
No hay patria que se gane con mentiras.
No hay futuro que viva sobre el miedo.
No hay progreso que exija la injusticia.
No hay honor que se lave con la sangre.
No hay razón que requiera la miseria.
No hay tradición que ampare la ignominia.
No hay paz que se alimente de venganza.
No hay voz que justifique una mordaza.
No hay justicia que llegue de una herida.
No hay libertad que nazca en la vergüenza.
Este poema fue incluido en la antología Contra el olvido, editada con ocasión de los sangrientos atentados del 11 de marzo de 2004, en las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, de Madrid. Posteriormente se utilizó en teatro y apareció en el libro Pentimento.
ENRIQUE GRACIA TRINIDAD -Madrid-
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