miércoles, 19 de junio de 2013

LA ANSIEDAD DEL AGUA OXIGENADA

¿Habrá alguien que calme
la ansiedad del agua oxigenada?
El esquelético trópico
de todo acontecimiento
se impregna de pasos
en la adyacencia del desmayo,
la elongación del olvido
mitiga sensaciones de vacío
junto al repelente de insectos.
Sobre la yema supérstite del maquillaje
profundidades indescifrables
apuñalan su vector subliminal,
en el rodeo de la crema de enjuague
un coto de caza entreteje cabezas
ante la fascinación del fotograma.
Una esquirla
sostiene la química
como trofeo
en el cromosoma plástico
de las cabelleras
que ya no esperan
por ninguna oxidación.
¿Habrá confites antes del veneno?
¿Docilidad después del tornado?
La piel se estira en mapas,
los anaqueles anfibios
de ciertas pesadillas
la vuelven impenetrable

Fernando Marquinez (Argentina)

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