lunes, 17 de junio de 2013

ESPECIE EN VÍAS DE EXTINCIÓN

                                           
 Por Tito Sensación Mejía

   Me atrevo a decir, sin exageración, que Markoté es una especie en vías de extinción dentro de las comunicaciones sociales por su capacidad, su jovialidad, su don de gentes, su vitalidad y, sobre todo, por su recia disciplina demostrada durante sus 93 años de vida: un hombre que jamás se ha llevado un trago de ron, cerveza, whisky o champaña a la boca, a pesar de recibir consuetudinariamente múltiples invitaciones de artistas, casas disqueras, eventos culturales… para asistir a sitios de Barranquilla, la Costa, Colombia y el exterior. En recompensa a esa repulsión por el alcohol, su amigo y médico de cabecera Antonio Saladen lo premió con una composición titulada: Markoté, la cual fue grabada en ritmo de fandango para el sello Curro por el maestro Manuel Villanueva, con el acompañamiento de la siempre recordada voz de Crescencio Camacho, y cuyas dos primeras estrofas dicen: Yo tengo un amigo que se llama Marco T./ pero cosa rara/ a él no le gusta bebé/ mas tengan cuidado muchachitas si lo ven/ no le gusta el trago/ pero mucho la mujé.- Tiene un bigotito piruetearero y socarrón / Mas les aseguro que nunca lo moja en ron/ Y sus cualidades él nunca las emplea mal/ Al hombre le dicen el ñero del terminal-.

Cuando el amor llega así, de esa manera

       Su cabello y bigotes color plomizo me traen a la memoria a los mejores actores de la época de oro del cine mexicano como Arturo de Córdova, El Indio Fernández y Luis Buñuel Portolés (español naturalizado mexicano), entre otros, quienes fueron filmados en blanco y negro para deleitar a centenares de generaciones en los años cincuenta, sesenta y setenta. Las mismas generaciones que iban a los teatros de cielos abiertos y cubiertos por un montón de estrellas en horas de la noche. “Allí, precisamente en uno de esos teatros, después de haber salido dos horas antes de una fiesta de cumpleaños, conocí con el mayor respeto a la que sería años más tarde mi esposa, Beatriz Elena Donado, quien me regaló 6 hermosos hijos, de los que sobreviven 5 y con quienes a veces sueño todavía acurrucándolos al pie de sus camas”.

Celia Cruz. Daniel Santos, Renato Capriles, Esther Forero, Shakira y Andrés Cepeda

       Markoté, con una rapidez pulida del tiempo que envidiaría cualquier joven de 15 años, me responde sobre los artistas de la vieja guardia y de hoy que más admira: “Celia Cruz, lo más grande que he conocido en la música. No porque haya sido mi amiga personal de tantos años, ni me haya regalado 17 corbatas que todavía conservo, ni porque me haya ofrecido, el día de mis cumpleaños, su concierto el 19 de septiembre de 1992 en el Estadio Metropolitano Roberto Flaco Meléndez, sino por su calidad. Daniel Santos, El Jefe, que con su voz nasal lo conquistó todo, musicalmente hablando, grabó de todo, y eso solo lo hace un grande. Renato Capriles, toda una institución del pentagrama musical latinoamericano. Ahí sigue vigente con su Orquesta Los Melódicos. Estercita Forero, por algo el colega Gustavo Castillo García la inmortalizó como La Novia de Barranquilla, y de Shakira te digo que es inmensa como artista y como persona, por eso la quieren en todo el mundo. Pasarán muchísimos años para que salga otra como ella. Otro muchacho muy bueno es Andrés Cepeda, ojo con él. Lo que quiero significar es que, a pesar de ser un amante empedernido de la música veterana, no soy ajeno a la nueva camada de artistas que están emergiendo en la farándula”. Como todo es intenso mientras dura la vida, y la misma vida es sutil en el imaginario del pueblo que se teje de acontecimientos sucedidos, al maestro Marco Tulio Barros Ariza, el mismo hombre que jamás ha utilizado los medios de comunicación para zaherir, agraviar o lanzar expresiones fuera de tono, le gustaría que lo recordaran con un acróstico tomado de las letras iniciales de sus nombres y apellidos:
¡Mejor
Tener en la vida
Bastantes
Amistades, corbatas, discos que cualesquiera otras cosas!

Publicado en el periódico digital La Urraka Cartagena

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