domingo, 2 de junio de 2013

DIAMANTE EN BRUTO

Erase una vez un DIAMANTE en forma de “pedrusco” que durante muchos años intentó adornar los sentimientos de una Dama muy especial.
Dicho DIAMANTE intuía que su diseño no estaba hecho a la medida exacta de las preferencias de su Dueña, e intentó darle distintas formas a su belleza porqué su único deseo era permanecer el resto de su existencia “colgado” y brillando para ella a cualquier hora del día o de la noche.

Tan distinguida dama seguramente era una gran especialista en “joyas” pero no era lo que se dice una técnica en Gemología, que son personas que realmente se dedican al estudio de las piedras preciosas.
No supo apreciar el valor de su pureza, ni la nitidez de su autenticidad.
Siempre lo vio como…Él, no como lo que realmente era, un DIAMANTE EN BRUTO que podía brillar con luz propia en la persona que realmente supiese distinguir lo auténtico de las grandes imitaciones.

Cariño, deseo ser merecedora de tan valioso DIAMANTE para lucirte con cariño con respeto y con orgullo durante los próximos cincuenta años de nuestras vidas. Te prometo cuidarte con mucha cautela y no olvidar en ningún momento la responsabilidad que se me otorga al aceptar una “JOYA” de estas características.

Juan Ruiz Moral

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