DESNUDANDO DOLENCIAS

Hoy abrí los ojos y descubrí el secreto de la muerte
vislumbrando el cordel que sentencia mis designios.
Desnudé mi cuerpo entumecido por tantas lágrimas
mientras desabrigué mi alma desprovista de recelos.

Hoy encendí la flama extinta sobre la pira de recuerdos
urdiendo en los pretéritos el fuego de un nuevo anhelo.
Desarropé la tristeza que hiende putrefactas acuarelas
sobre el lienzo enmohecido de mi vida que solo peregrina.

Hoy caminé sin rumbo hacia mis recónditos laberintos
abrazando el silencio que me encuentra como bálsamo.
Desvestí el llanto de un letargo inmemorial pero vigente
hasta que el amanecer de una quimera acarició mi lápida.

Trasunté en un verso desprovisto de nostalgias eternas
el sentir renaciendo de una esperanza que pretende vivir.
Transcribí en la desnudez de una piel hastiada de llagas
el mejor poema que he de escribir… aquel que no arrumba.

Hoy abrí los ojos y descubrí el secreto de la muerte
hoy cerré los ojos y revelé el arcano de toda mi vida.
Transitar la senda que me abraza desnudo de dolencias
pues una despedida… es el abrazo de un nuevo tiempo
pues una partida… es entender que mi viaje también inicia.

Diego López (Argentina)