Camina hasta que las heridas se vuelvan flor de primavera
Llora hasta que las lágrimas se tornen acordes del silencio
Sueña hasta que tus alas nazcan sedientas de nuevos vuelos
Cree hasta que la fe durmiendo en tus penumbras despierte
Sonríe hasta que no queden surcos de tristeza en tu rostro.
Vive hasta que la muerte se canse de arañar tu peregrinaje
Grita hasta que las palabras no guarden secretos perdidos
Ama hasta que no more resto en el alma próvida de sentires
Perdona hasta que no duela la llaga de los adentros eternos
Siente hasta que el pecho explote de emociones venideras.
Recuerda que toda cosecha… condice con nuestra siembra.
Diego López (Argentina)
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Hace 10 horas
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