Lachi era una niña humilde , muy cariñosa. Ella tenía una amiga ,una ancianita que se llamaba Dulce, a la que quería mucho,por eso, pasaban largos ratos juntas la niña, peinaba el blanco cabello de su amiga y todos los días le decía…que tenía muchos deseos de ver a su papa’ con una guitarra nueva. El papa’ de Lachi, era un hombre maravilloso.(la anciana lo sabía) por eso comprendía a la niña; pero no podía cumplirle sus deseos. "no te preocupes Lachi" cuando crezcas, estudies y trabajes…podrás comprarle la guitarra a tu papa’... ¡Falta mucho! decía la niña con los ojos llenos de lágrimas. Su padre estaba muy enfermo, ella tenía miedo perderlo sin poder hacerle ese regalo…Lachi y sus hermanos, todos los días cantaban con él, Y ella lo imaginaba tocando su guitarra, en una gran orquesta ( y hasta se veia dirigiéndola.) Pasaron unos meses, llego’ el día del cumpleaños de la niña,sus tíos vinieron a verla, todos le regalaron dinero, También su amiga Dulce - la niña estaba feliz- al llegar la noche, se sentó en su camita y conto’ todo el dinero ¡ era mucho!… pensó, y lo apretó fuertemente entre sus manos, ya se estaba quedando dormida; Pero escucho’ voces, era un señor, que había traído una guitarra preciosa, a su papa’ para que la afinara, pues quería venderla. Cuando Lachi escucho’ aquellas palabra salto de la cama y corrió’ a la sala. Quedo’ deslumbrada al ver a su a padre Afinando aquella preciosa guitarra … y sin pensarlo dos veces dijo: "Señor, le compro la guitarra “ El hombre sonrió, Pero la niña insistió ¡Véndamela por favor! -¿Cuánto vale? ( Pregunto’ ) 100 pesos... dijo el hombre, que aun sonreía. Mire, mire, yo tengo mucho dinero, puedo comprarme un vestido, una muñeca, unos zapatos…pero quiero esa guitarra. -El hombre cogio’ el dinero y lo conto’ peso a peso (Eran 98 ) …y con un gesto de amor, Acaricio’ la cabecita de Lachi y le dijo: Te vendo la Guitarra Pero, quede claro, AUN ME DEBES DOS PESOS. El padre de Lachi, hizo bien en aceptar el regalo de su hija, Por más, que no dejo’ de sentir tristeza en su Corazón, Pues Lachi, era apenas una niña; Pero el, que era un hombre muy inteligente, sabía que también le había hecho un gran regalo a su hija. Le había regalado, “LA MEJOR DE LAS ENSENANZAS”.
LÁZARA NANCY DÍAZ -Estados Unidos-
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