miércoles, 27 de marzo de 2013

SUEÑOS PERDIDOS: HORIZONTE DE LUSTRÍN



Arrodillado, el lustrín trabaja.
Limpia el cieno de los zapatos,
el polvo de los botines,
la roña de las botas.
Tiene la mirada fija en el trapo sucio,
y las manos cercenadas en el betún.

El chico, mira su propio reflejo
en el limpio calzado,
y pone su mano para la miseria.
Dos monedas, a lo sumo,
por romper sus sueños
y vaciar su vida entre paños,
en el olor del betún asesino,
arsénico vestido de negro.

La vida, su vida,
son los pies calzados que caminan,
que desandan grises aceras,
y pisan alquitrán y cemento.

Su vida son sueños perdidos.

Francisco J.Segovia -Granada-

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