Para ti mi amada
Qué triste me quedé cuando en tu casa te dejé para yo a la
vez volver a la mía.
Todas las noches tengo el mismo sentimiento y culpabilidad,
a la vez que mi pensar me condena por abandonarte.
Todas esas noches de nuestro amor, las horas que separan
nuestros sentimientos, y que no llega al día completo se me hacen
interminables, te siento siempre a mi lado, y te escucho respirar, te
huelo siempre tu preferido perfume, tus ojos los veo brillando
siempre de felicidad y notando el deseo de tenerte en mis brazos
besando tus carnosos labios, que me hacen que mis sueños sean
realidad.
Yo vivo y trabajo con la misma ilusión, pensando en ti mi
amada, gasto con la mirada la esfera del reloj, queriendo poner alas a
sus agujas para que en vez de correr, vuelen al sol.
Me sé de memoria su recorrido, el horario antiguo de sus
sombras me dicen la hora, y cuando el recorrido solar se va
perdiendo en el horizonte, es cuando mi ilusión se hace mayor, pues
ya queda poco para sentirte a mi lado, para estrechar tu cuerpo, para
fijar nuestras miradas y para hacernos de dos una persona.
Qué ilusión más maravillosa, por eso pienso en ti tanto,
aunque yo creo firmemente que eso es la llama ardiente de nuestro
implacable amor.
Te deseo amor mío:
Paco Pérez -Tarifa (Cádiz)-
Publicado en la revista Tántalo 65
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Hace 1 día
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