sábado, 9 de marzo de 2013

LAS BATALLAS NO SE PIERDEN


Las batallas no se pierden.

Se descalzan,
se descuelgan como lágrimas de miel,
se transforman espasmo a espasmo en fango invicto,
se saborean como la lujuria del papel en blanco,
se convierten en un romance supurando mármol de las paredes,
se desbrozan como un juguete en el cierzo.
se pelean con las uñas como serrín de platino,
se cubren de arañazos invisibles.
Se culminan.

Las batallas no se pierden.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

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