Como sombra sutil
de leones en la madre
tierra africana, verde
resol entre la hierba
de cada dura jornada
y los otros esperan
y te acusa la palabra
final de un alegato
como sombra de leones
en el veld, como un mal
sueño sin salida. Amargo
fruto en las cadenas
que rompiste con los dientes
con la sangre de las manos
lo que ya nadie recuerda
de los años de tu cárcel
Pero ahora ya enjuto
y gastado cuerpo canta
muy alto, canta por todo
el negro futuro de África
Pues todo poeta es tu voz
dolor es tu voz y el ocaso
en Soweto y las danzas
y los gritos en la tierra milenaria
Del libro CŒLO IN TERRIS de
Alejandro Drewes -Argentina-
No hay comentarios:
Publicar un comentario