martes, 8 de enero de 2013

Y A QUIÉN LE IMPORTA


A los 16 compañeros masacrados en Trelew

porque que importa que yo pueda caminar diciendo de la luna pensando que mañana quizá llueva que me pesa la espalda y siento el paso tenso que importa que pueda yo decir si el titular martilla que están velando los dieciséis cadáveres.

que interesa este gusto de pucho atragantado de café sorbido entre palabras de tantos tantos firuletes si ellos están allí. ya muertos.

a quién le importa un nudo en la garganta que existan manos tontas blandas inocentes. a quién le importa si continúan sonando los teléfonos los lápices corren por las cuentas la secretaria se esmera soñando otro aumento mientras están allí los dieciséis cadáveres.

a quién le importa si la esposa del doctor me dijo hoy del té del vestido que se pondrá mañana y el abogado apura el expediente que creyó perdido y se charla del prode de la mina los burros de no sé adonde vamos señora mientrás se enfrían los dieciséis cadáveres.

quién confunde el chirriar de los frenos con los gritos de aquella madrugada cuando sonó la metralleta y chau la vida, quién piensa en ese sol en esa sopa en ese aire que ya no ya nunca. los dieciséis cadáveres.

A quién le importa la lágrima la flor la espera para los dieciséis cadáveres. a quien le importa.

a quién le importa sino ver morbosamente sus caras en los diarios sin pensar que sumaban osamentas tan jóvenes. que al fin y al cabo eran poetas locos de violencia. amadores del hombre. a quien le importa que quisieran derrumbar las rejas los silencios la tierra encadenada. a quién le importa.

de que sirven ahora las palabras. los gritos. las corridas. si nadie tiembla señores. Si ustedes están cada día más arriba. Son más fuertes. entonces el dolor a quién le importa. si ustedes lo disfrazan.lo ahogan. lo acogotan.

a quién le importa si mañana habrá que levantarse mirarse en el espejo y decirse buenosdías después colgarse una sonrisa mientras entierran los dieciséis cadáveres.

a quién le importa si uno de estos días el dolor se cae en algún pozo y se borran los dieseis cadáveres.

pero comiencen a temblar señores. Sabemos que ya nadie cree en fantasmas ni exorcismos. pero el a quién le importa puede convertirse en u grito gigantesco. Y un ejército de cadáveres se levantará despacio desatando el trigo encadenado. aunque ahora me ahogue lentamente mientras velen a los dieseis cadáveres. y a quien le importa.


SILVIA LOUSTAU (de sus escritos que sobrevivieron al naufragio)
Publicado en la revista Movimiento Internacional de Escritoras

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