Así, mi gordita. Fíjate como lo hago yo. Al papá le encantan estos cariños para despertar contento. Un besito aquí, otro allá, un mordisquito en la oreja, unas cosquillas en la guatita y vas a ver lo que pasa. Si lo haces bien, capaz que el papi te preste lo que esconde bajo la sábana. ¿Qué cosa? Eso de allí que se levanta de a poco, durito, calientito, ¡rico!, para que juegues con él como tú quieras. No, no te pongas los calzones, así será mucho mejor,
¡Ya pus negro, ponte las pilas!…Ya se entusiasmó la cabra y yo tengo la cámara lista para filmar.
Texto seleccionado para la Antología ¡Basta! + de 100 cuentos contra el abuso infantil, microficciones contra el abuso infantil, 2012
Amanda Espejo -Chile-
Publicado en la revista Con voz propia 52
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