jueves, 17 de enero de 2013

AMAR, A TODO FUEGO


Como si fuera de cristal me mira,
a través, y sin verme.
Es un punto lejano que lo llama,
sutil, como prendido en alfileres,
con la seguridad de que lo amamos,
y la inseguridad de si nos quiere.
Tal como yo la miro, aquí, a mi vera,
aun sabiéndola ausente.

El amor no es la calle
de doble dirección, donde las gentes
localizan su doble, y continúan
sincronizados, hoy y para siempre.
Es de un solo sentido, y la persona
que pretendes, tal vez no se detiene,
aunque te mire y hable,
porque tiene la mira más al frente.
Lo importante es amar, a todo fuego,
contra toda esperanza, sin repliegue.
¿Doloroso? No hay duda;
pero amor sin dolor es de juguete.
La certeza está sólo de tu parte,
sabes que amas, y cuánto. Tus deberes
están hechos y son indiscutibles.
La otra parte, ridícula o solemne,
será siempre un misterio,
pese a cuanto te afirma o te promete.
Un día se te irá, con cierta excusa;
pero si nunca estuvo ciertamente.
¿Recuerdas tus amores del pasado,
tan firmes, y absolutos, y perennes?
¿No se desintegraron con el tiempo?
El amor, como todo, nace y muere.
El tuyo morirá, mas mientras viva,
siéntelo intensamente,
cultívalo, aunque no te correspondan.
Él, o ella, se lo pierden.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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