sábado, 22 de diciembre de 2012

NE´WT, TA´PU, SI´ST (1,2,3)


-Ne´wt, ta´pu, si´st. Ne´wt ta´pu si´st - repetía el chamán micmac en trance, cubierto por una piel de oso de manera que tapaba todo su cuerpo y la cabeza se le introducía en la boca, los dientes del animal, muerto hacía horas, todavía estaban húmedos hediondos por los restos de
pescado. Se había encomendado la difícil tarea de enterrar a Lucifee, como lo habían llamado los franceses al no poder pronunciar el nombre de la bestia en la lengua algonquina aborigen micmac, ya que sus fosas nasales comenzaban a sangrar sin parar. El pasto se tornaba violeta y negro, se pudría, despedía olor a muerte. Encendió tabaco en tres cuencos y dijo -Ne´wt, ta´pu, si´st- arrojando tres semillas de tabaco. La tierra se onduló, pareció que el cielo nocturno se volvía piso, se fusionaba, se prendía como una llama de polvo, estrellas, huesos y carne. La bestia felina asomó su cabeza enorme desde el suelo y le comió una mano. –Ne´wt, ta´pu, si´st- dijo el chamán arrojando tres trozos de cuerno de alce con su otra mano. Imágenes cruzaban el espacio como dagas, fugaces truenos.
Cruces, túnicas blancas, coronas de espinas, libro negro, viruela. El engendro le destrozó la otra mano con sus afilados dientes. -Ne´wt, ta´pu, si´st- dijo el chamán arrojando con la boca tres ojos de nutria.-
Armas, banderas azules, cruces rojas, una reina.- Lucifee maulló y le atravesó el cuerpo completo.
Entonces el chamán gritó en una lengua ancestral - ¡¡Elenyiwa!!- y abrió los ojos. La noche estaba muy
calma, el suelo había quedado alisado, desplazó los restos de humo con los brazos. Con el ritual terminado no pudo evitar pensar que, con tanta muerte porvenir, inevitablemente el lugar sería utilizado como cementerio y por primera vez en un su vida sintió miedo, lentamente se retiró del sitio.
Con el amanecer los putrefactos animales de la zona despertaron, gamos, ratas, gusanos, hasta las hormigas muertas asolaron el poblado durante días.


Basado en Cementerio de Animales de Stephen King
Federico Miguel Aldunate (Argentina)
Publicado en la revistas digital de Minatura 123

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