miércoles, 17 de octubre de 2012

ME ALEJÉ AYER


Me alejé ayer
De todo momento
De todo cisne sin nosotros
De hoy y de un mañana
De puro rostro masticado
Por sílabas que caminan, siguiendo
Un orden peristáltico
De gaviotas perdidas en el entonces
En el mucho de la ceniza
Y su forma de ascender
Con la rosa.

Hoy por si acaso
Los higos de la sombra
Van para el luego
De las barcas que madrugan
En la existencia
Y permanezco invisible
En el silencio del todo
Que es equidistancia
Voz
Soledad
O azul de alguien que renunció a amanecer

Sumido en la peor distancia
Como un bufón de miel fundida
Que traza circunferencias
En el carbón salado
En la máscara helada
De cada momento
Ya ni siquiera recuerdo
Lo que simplemente fue
O no fue
Como si lloviera
Sobre aquel rostro de garbanzo
En el que se refleja la eternidad
Sobre aquellos cuernos calcinados
A un lado del camino
Entre lo oblicuo a la deriva
Y un océano de cadáveres
Sin profundidad

Se disipan las penumbras
Deglutidas por la nada
Que refleja mi sombra

Sin conclusión.

Otoño
Son tres sílabas
Años sin sonrisas
Otro luego que se fue.

Descifro posibilidades engañosas
De permanencia en lo fugaz
En el líquido metal inconsistente
En la impredecible persistencia
Del viento en lo caduco.

Ahora es una esquina
Donde alguien sonríe y llora a la vez.

Los ríos me arrastran con las rocas
Y en los espejos
Vive una luna de sospechas
De rosas de sombra
Adictas a la bruma intensa.

Me acusan de llorar inútilmente sobre la nada
Pero los sueños se alimentan de ocurrir
En las noches vivas
De la flor de azafrán
Y crecen
Entre el limo y la herrumbre
Del No-aquel
Del ámbar sustancial

Jaime B. Rosa -Valencia-
Publicado en Suplemento de Realidades y Ficciones 54

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