Escucho el silencio
que tu noche me regala,
ayer y siempre, siempre la noche.
Tan diferente en lugares y tiempos,
en labores y trabajos,
en pecados y amores.
En la noche y su silencio
te escuchó a ti,
que silbas a mi oído una canción.
Me siento cerca de ti,
por eso mujer,
María, yo te quiero.
J. Antonio Nogueras, 1983
Publicado por María Sánchez en el blog La casa del valle
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