miércoles, 24 de octubre de 2012

EL AMOR PUEDE SER MUCHAS COSAS.



El amor puede ser muchas cosas: una calle,
una esquina, el banco de un parque.
Una pared que sostuvo una espalda y un pie.
Puede ser la luz de una ventana,
la caída del sol sobre dos manos aprisionadas
o el despertar de dos cuerpos enlazados.
La luna.
Pero aún, hay más amor:
hay amor
cuando se besa a un niño que reclama
la misma luz que alguna vez
ansiamos recibir de una ventana
y dormir bajo esa luna,
que en una noche de placer nos alumbró,
con la seguridad de que al despertar
encontrará el Sol
y no el hambre que lo devora.
Hay amor
cuando esos niños, desde su infortunio,
lanzan un reto a nuestra rebeldía.

MIGUEL CRISPÍN SOTOMAYOR -Cuba-


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