CONFESIÓN

 Como quien dijo:
“Qué locuras o desatinos me llevan a contar de otros, teniendo tanto que comentar sobre los míos”.
Miguel de Cervantes

      Una noche de invierno oscuro y frío, en el departamento del edificio, sentado en el diván junto a la mesa del centro de la sala, irrumpió mi mente como un rayito de luz, como una invitada especial y de mucho lujo llegó ella; yo con una tutuma-recipiente de Aq´a o Chicha- bebida de maíz en la mano y junto a una vela encendida acompaño mis penurias.

      Abierta la puerta de salida al balcón, vislumbrante la mamita Quilla-Luna, posaba en lo más infinito galáctico del austral; penetra orgullosa el radiante astral por el empotrado vidrio al apartamento.

      Quiero confesarla a ella, recuerdos de vidas estudiantiles y de mis mozos buenos tiempos, en los extensos campos primaverales, junto a los koljoses de la patria grande; como la llamábamos nosotros, a la tierra de los famosos clásicos poetas A. Pushkin y V. Mayakovsky; de cuanto aún la recuerdo a mi refulgente luz de ilusión, deseo describir y comentarla de nuestros sucesos y momentos felices pasados, lunáticos e inolvidables juegos que tuvimos; de las cuales siempre las llevo conmigo y seguro que también ella.

      Cuando nos encontrábamos, ella se acercaba a mí, me besaba tiernamente en los labios, en la frente y en el cuello, me susurraba al oído; yo respondía incesante a sus labios suaves e incandescentes.

      Tocaba sus cabellos largos y suavemente me deslizaba a besar sus pupilas, acariciaba su cuerpo, agarrado de su esbelta cintura lo apretaba junto al mío, como símbolo de siempre te llevaré conmigo, donde quiera que sea, donde quiera que vaya, esté donde esté, en cada momento y a cada instante, para amarte todavía aún más, !por toda una eternidad!

      Todos esos recuerdos los llevo y quedaron como tatuaje en mi Nuna-en mi alma, permiten que la rememore y la desee, se trata de una huella muy profunda e imborrable de curar, ni con el mejor especialista del mundo se podrá borrar, porque de todas maneras ya las secuelas de locuras bonitas están vivas presentes hoy.


 De pronto mis labios tartamudean y mi corazón comienza a latir como los bombos y tambores de ansiedad y de deseo, vibran, tiemblan y murmuran cuando consumo un sorbito de Aq´a o Chicha y continúo narrando a la diosa de la floresta Andina pensando siempre en la bella e inolvidable T´ika-flor.

Inmediatamente se mudan nuevamente mis ideas, sutilmente a los momentos y recuerdos en que vivimos y a medida que continúo el curso de la narración, mil besos imaginariamente se predisponen a deslizarse por sus pechos, su abdomen y posteriormente a la parte interior de sus muslos.

Presiento que ella se ahoga, como si le faltara oxígeno o por efectos de constantes actos nocivos de suspiros, de movimientos retorcidos y de ternuras acaloradas.

Me detengo un poco, por temor a hacerle daño, pero inmediatamente siento sus manos ardientes de querencias, coger y apretar mi cabeza a los muslos de sus entre piernas; como quien dice, acongojada y sedienta en busca de cada vez más y más afectos de ternuras, cariños y caricias por favor…y las relucientes y ardientes expresiones se escuchan en la profunda oscura noche del barrio del pueblo.

Siento que mi cuerpo se estremece y percibo sensaciones producidas por la desaparición de mil deseos y sentimientos que son conmovidos por los gemidos de la hermosa y bella Sipas- joven.

Me detengo un poco y sin pensarlo dos veces, tan solo de satisfacer a la sacrificada amapola me deslizo un poco más al centro y pongo mis labios muy suavecitos junto a los de ella…

Como poseídos por los Wak´akunas-dioses Andinos y avivado por los efectos del opio de la hermosa flor, despabilan cada ves más y más los acelerados y veloces movimientos de los dos valientes titanes.

El tropel del corrido romántico, está acompañado de acuarelas musicales, de autores como T.I. Tchaikovski, A. Vivaldi y la pieza de la película de el Padrino de Henri Mancini que también escolta el seremonizo episodio; y por otra parte hacen que llegue al primer roce de la hermosa campana que reluciente suelta su primera nota, voz y grito de satisfacción…

Mientras continúa la acción ella suspira y susurra en voz baja, lanzando gemidos cargadas de inmensos eróticos delirios; mi cuerpo se pone cada vez más en tensión y escucho brotar de sus labios a la Ñusta-Princesa alegorías de sí, sí, sí,…quiero más; mis besos descargan majestuosos y grandiosos deseos febriles, convertidos en movimientos de lengua audaces que descienden y suben terminando en la extracción con los labios del jugo y néctar de la bella flor.

Los gemidos salidos de la K´acha Sipas Ñust´a-bella joven princesa, cada vez más se intensifican como certeros flechazos que atraviesan el corazón, cuando llego con el último redundante toque de la campana, su cuerpo sin aliento, temblando, mojada y desesperada, lanza su último grito de plenitud de libertad.

Cierro más aún los ojos sin tardar un solo segundo, tan solo llevado por las algarabías del placer, jadeo profundamente y lanzando un otro gemido de siempre te llevaré conmigo; me predispongo a rozar su cuerpo con la pértiga, siento que de sofocantes excesos de suspiros acelerados, ponen en marcha el funcionamiento de latidos con frenesí y que nos fatigamos de ternuras, sin pensarlo ni una, ni dos, ni tres veces; me lanzo y la ensartó como una estocada certera.

Al paso de algunos segundos más, ella y yo terminamos con un grito de victoria y amor; en el suspiro final, ella se acongoja y oprime su cuerpo al mío como símbolo de extinguir y apagar la hoguera de llamas de pasión.

Con el grito de gloria, llevamos y sentimos el sabor del trofeo y triunfo; los laureles de la inmortalidad explotaron como un volcán de cariños y de Paray Quyllurkuna-lluvia de estrellas.

Con estos pensamientos queremos compartir con Uds. warmis-mujeres, compañeras; amigas o amigos; hermanos, llajtamasis, paisanos, carnales, chamas o patitas; que también creen y luchan por una sociedad y educación sin discriminación sexual y de ningún tipo de credo; que creen  y luchan por una sociedad más justa, por una sociedad sin violencias…que este 8 de marzo continúe siendo un día de miles y de extrañas ternuras…hasta el próximo eclipse…y que ojalá encerremos estos ciclos de violencias y comencemos un nuevo, más limpio, más puro, como el agua transparente, más dulce, como el orgasmo de la fecundidad de la Pachamama o madre tierra, del fecundo Inti o Sol y la bella Quilla o Luna…

(Con respeto y amor Cándido, alma de perro-no hay árbol sin raíces-Sonkoy Ukumanta-desde el fondo de mi corazón, Aruma Markasata-Voces de mi Pueblo)


Luis Calizaya Arce (Bolivía)
Publicado en la revista La Urraka 31