jueves, 25 de octubre de 2012

BREVERÍAS


2726
Tanto más eminente es la victoria
cuanto más trabajado es el combate.
¿Por qué, entonces, prefiero yo la gloria
de invadirte sin lucha dilatoria,
hoy mismo, aquí, en certero jaque mate?

2727
En la insistente, cíclica, refriega,
de subyugar tu enclave acorazado,
me incita la razón al abandono.

Mas del fondo del alma una voz llega,
susurrando al oído su recado,
y oigo cantos de estímulo en su tono.

2728
Tantas veces he estado enamorado
que ya olvidé el extraño territorio
en que a la indiferencia me ceñí.

No sabría contarlas: Desolado,
triunfal, vencido, extático, ilusorio…
Y todas esas veces fue de ti.

2729
Ríe conmigo en placidez y euforia,
y acompañen tus lágrimas mi pena,
que no hay amor sin la común historia
que a almas heterogéneas encadena.
Risa, llanto, y la voz de la memoria
que al unísono en dos vibra y resuena,
aciertan a dejar entretejidas
las hondas armaduras de dos vidas.

2730
No me sirve la sangre o los latidos
con que el tambor del corazón me grita;
ni el criterio impasible de la mente.

Voy más allá de todos los sentidos,
de la fría razón que no palpita,
de lo sensato, de lo incongruente.

En ese punto escucho la sedosa
voz interior, tan fiel, tan elocuente,
y deviene mi vida luminosa.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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