Habla el campo cuando todo calla,
voz de tierra y rumor de matorrales.
Habla el campo cuando todo calla,
quejido amargo hasta el horizonte.
Llora el campo, llora por dentro,
llora con lágrimas enterradas,
y en su infinito desconsuelo
nada brota de su piel arada.
¿Por qué lloras, campo abierto?
¿Por qué lloras al nacer la mañana?
Porque ayer lloró el labriego
que mi pecho acariciaba.
Porque el sol no le perdona
y las nubes son tan blancas
que en mi piel ya nada brota
y en la noche no hay escarcha.
Porque muero solo al verlo
y él me mira y solo llora,
porque nada darle puedo
ni siquiera darle sombra.
Gustavo González -Valladolid-
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