martes, 16 de octubre de 2012

AGOBIO


¡Oh, Dios!
Sentir el agobio de ocultar
la versión antigua de los signos,
de inclinar la espalda,
de indagar en oratorias,
de confrontar las prédicas.
De enmascarar hambrunas
y perderse sin memoria en la caterva.
¡Oh, Dios!
Alzar la mirada desde esta inquietud
poblada de símbolos.
Desde este miedo que no cesa,
desde esta historia de sicarios y de mártires,
desde la rugosa maraña que rodea mi garganta,
desde el agujero incognoscible donde agonizan convicciones,
desde este calendario que sangra,
desde el alborozo de nuestra ceguera irreversible.
Me sudan los ojos,
víctimas de tardes impares,
cuando el sol conjura con un búho desertor de la noche
y la ventisca destierra del jardín
el ala rota de una mariposa.
No sé en qué submundo hallaré mi próxima caricatura.
¡Oh, Dios, estar aquí!


María del Carmen Poyo Martínez -Zamora-
Publicado en Suplemento de Realidades y Ficciones 54



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