Bajo el foco celeste y siempre con la mano ocupada
A lo largo del piolín desgajado de su pierna
El borracho se despluma de afectos, de podredumbre ajenas
Mientras empuña las copas impensables
Uno tras uno los elixires le aguijonean el recuerdo
Ya no importa quién es o quién ha venido a buscarlo
El borracho presenta su tapón de sueño, su anillo de hastío
Y siente como una mano apresa su cintura
Pero es inútil asirlo:
Todo el que se acerque se prende fuego
(Anida un vaso de azufre en sus entrañas)
un lugar en Florida y Marcelo T . de Alvear, Buenos Aires
Del libro: "Agualava", Atuel/Poesía. 2009 de Patricia Díaz Bialet -Argentina-
Publicado en la revista Mapuche 54
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