Dino le causó gracia verla así, la cara roja por el esfuerzo, las tetas rebotando al compás de la carrera. Eran cinco kilómetros hasta la plataforma de lanzamiento, diez si contaba la vuelta. Esperó a que recuperara el aliento. Al fin, entre jadeos, Eliana dijo:
-En un rato vienen…para llevarnos…en una hora…cuenta regresiva…
-Bien, hermanita, muy bien –se sirvió limonada-; ¿está lista la valija?
-Ya casi –miró con avidez la jarra empañada, se humedeció los labios-, ¿puedo…?
-Te guardo un poco para después. Vamos, no hay tiempo que perder…
Oyó el golpe de cajones vacíos, el tintineo de perchas desnudas. Miró al cielo: el cometa estaba al alcance de la mano, grande como el sol, un puño listo para golpear. Se sirvió limonada. Pensó: el nuevo mundo no necesita ni profesionales ni samaritanos ni pobres. Se imaginó vestido de astronauta, ceño fruncido y gesto desafiante. Dino, el conquistador; Dino, el pionero de Titán, ¿o acaso era Ganímedes? Daba lo mismo: él tenía pasaje para el Arca, en la Tierra quedarían los perdedores. Apuró el último sorbo. Lejos, el aullido de una sirena; más cerca, un coro de perros que la desafiaban. Apareció Eliana, arrastrando una valija, justo cuando el hovercraft se detenía en la vereda. Un oficial bajó de la cabina, guardó el equipaje. Tras las ventanas, caras ansiosas.
-Chau, Eli –Dino abrazó a la hermana, que estalló en sollozos-, te voy a extrañar.
-Nos vamos, señorita –el oficial la tomó gentilmente del brazo, la ayudó a abordar. Dino pensó: el capitán también la habrá visto correr. Divertido, dio un paso para subir el escalón, pero el oficial le puso una mano en el hombro, y con la otra cerró la puerta.
-Sólo mujeres, caballero. Lo siento mucho. Nueva Tierra necesita madres.
-Pero… ¡si yo pagué! –miró a Eliana, furioso, y gritó: -¡dijiste que nos iban a llevar!
Recién entonces notó los rasgos absolutamente femeninos del pasaje. Y ella, en un susurro que atravesaba los cristales, el vacío, la sombra del puño inminente:
-Nos iban a llevar, sí… ¡a nosotras!
Martín Andrés Hain (Argentina)
Publicado en la revista digital Minatura 119
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