martes, 3 de julio de 2012

JOSE MARTÍ

Habitaron los astros en su frente.
América fulgió por su cintura.
Esplendor fue su voz en la negrura
y en el frío opresor, espada ardiente.

Cundió la rosa –verbo entre su gente–
Trocóse la corola en armadura…
Los vientos propagaron su tersura
en un grito de polen impaciente.

Muriendo de furor el pico duro
malherido, tremó el halcón impío
acechando a las huestes de la idea ...

Ya era tarde. Volaba su presea,
y en verbo incontenible alzó su brío
emblema azul, sobre el cubano muro.

Eva Falótico Gandolfi, Argentina De su libro: Cautivo del tiempo
Publicado en la revista Carta Lírica 40

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