martes, 10 de julio de 2012

INDOCENCIAS-PACO VELÁZQUEZ


Tras catorce años como maestro y director de la Escuela de Ed. Infantil El Llano de Paterna de Rivera, Cádiz (1997 a 2011), ahora ejerce en Cádiz, en el C.E.I.P. Santa Teresa, junto a su Caleta. Ganó el I Premio de Poesía de Paterna de Rivera (2003).

Ha publicado poemas en las revistas “Madinat Al-Zhara”, "Azahar" y "Pléyade" y en las recopilaciones de varios autores: “Antología poética Madinat Al-Zhara”, "Autores docentes de la provincia de Cádiz en torno a la Generación del 27", "Escritos con tiza" (destinado a enseñanza Secundaria) y una antología con escritores del grupo Indocencias en una edición cartonera, de Editorial Ultramarina Cartonera. Es miembro del grupo literario "Indocencias" (http://indocenciascadiz27.blogspot.com/). Ha recitado poemas suyos en Paterna de Rivera, Cádiz, Bornos, Jerez, Barbate, Loja... También ha participado en programas radiofónicos de Onda Cádiz y Radio La Isla. En 2010 publicó su poemario infantil "Rebelión en la escuela".
(su blog http://ojosdeluna-pacovelazquez.blogspot.com.es/)

El propio Paco Velázquez escribe:
Le muestro educadamente la lengua, una espectacular lengua roja, a los espantapájaros de la vida,  que ahuyentan a las aves sensibles, en lugar de ser espantalimañas de la hipocresía. Dejad que vuelen hacia mí las gaviotas de alas extendidas, atravesando contracorriente el frío invernal y que se me posen y me abracen.

​Le enseño descaradamente la lengua a quienes ocultan algo en su mirada esquiva, a los ojos tristes de pensamiento, a quienes siempre dudan, a los pesimistas por naturaleza, que no creen en nada, a los apáticos, irreverentes, irrespetuosos, impresentables, maleducados, exhibicionistas del poder, a los creídos y a los viejos prematuros.

Mas no, no le saco la lengua a las guerras, hoy no. No. Hoy quiero mostrársela a quienes no hacen nada por acabar con ellas, estando en sus manos hacerlo. Y a quienes la fomentan y alaban…

A la intransigencia de las almas, a los sueños, bellos sueños que fracasan, a la rutina de la vida o a la vida rutinaria, y a sus esclavos que perecen por serlo, cada día un poco más.

A las preguntas con segundas intenciones y a las respuestas irónicas que pretenden reírse del interlocutor y a quienes se mofan de los demás porque no tienen de qué reírse.

A quienes no sienten ni padecen, porque son seres insensibles, artificiales, sin argumentos. A los cobardes de espíritu… que no reconocen la valentía que poseen en sus manos. Y a los que se compadecen de sí mismos sin encontrar un argumento para vivir.

A los que no educan con el ejemplo y pretenden educar en el desacierto diario de la vida, de su vida, de esa vida que es angosta y oscura, taciturna.

Y a las lenguas viperinas, que sólo buscan el mal de los demás. Andan a la caza de sus víctimas en la oscuridad de la noche, en el desaliento... Retuercen sus presas hasta dejarlas exhaustas y obtener de ellas toda su esencia de persona.

Y la lengua ya reseca, ya sin saliva, sin descanso al mundo a porfía. Pero no he de callar, por más que con el dedo Quevedo silencio avise o amenace miedo…

¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

MI BIOGRAFÍA

¿Truco o trato?
Me siento cómodo en la experiencia azul,
aunque aún no me tumbo en ella, permanezco erguido.
Y resulta que he escrito y escribo un poco, o mucho.
Y aún me siento un loco.
Y hermano, pero no primo.
Y aún hoy me asombro.
Y por primera vez he celebrado este año el “Jalogüín”…
(¿Truco o trato?)
Por ello, todavía celebro festivamente…
esas ilusionantes primeras veces.

Y mira por dónde, nací en Cádiz hace ya más de medio siglo
(aún me queda otro medio, al menos, para completar mi repertorio vital).
Y si algún día pasas cerca de mí,
y me tiendes la mano,
la tendré siempre limpia,
aunque no muy encallecida,
no porque no trabaje,
sino por mi labor diaria,
lejos del esfuerzo concentrado en mis manos.
Sí, soy maestro de los días
por los que transcurro
(encallecida tendré el alma o el corazón).

Y escribo, y vuelvo a escribir.
para niños, y niñas, en un acto de rebelión,
y para ti, que me has de leer.

Heme aquí, junto a mi Caleta,
Caleta del alma mía,
sorbiendo la brisa,
amando la vida,
creyendo en ella.
He escrito, sí, he vivido y vivo,
la poesía entre las indecencias
y las indocencias, bebiendo
de la frágil luz de la luna
y el amado sentir del sol.

He amado y amo,
he vivido y vivo.
He sentido y siento.
Y sin lamento.
Y presiento.
Y siento.

SENTENCIA CONDENATORIA


Con una uña me rasco
mis últimas ideas claras…
y la humana ley amarga…

Con una uña me rasco
el cuello sin resuello…
y por no tirarme a alguien a su cuello.

Con una uña investigo
mi importancia nasal
y lo que de ella se desprende…
libre de todo mal.

Con una uña la sien adivino
y pienso en mi destino…
con dos copas de vino…
sin ser un asesino.

Con una uña me rasco la oreja
y su silente pareja…
para no hallarme entre rejas.

Con una uña escojo
y limpio el despertar de mis ojos,
por mirar la injusticia de reojos.

Con una uña rasco la frente
y me sirve de mondadientes…
y aprieto fuertemente los dientes.

¡Cuánto saber atesora
una uña bien usada!
¡Hasta el anochecer desde la alborada!...
en medio de la mar picada…

Puede dejar la huella
de una contienda o refriega.
Puede obtener dinero,
rasca que te rasca,
y enorgullecer tu ego…
¡Cuando obtienes el premio de los ciegos!
¡Y sin justicia, ni paz mis ojos ciego!

LA ARROBA

Hay quien la arroba
me la roba.

Hay quien la encuentra errante
y radiante,
y hasta amante
en la alcoba.

Hay quien ante este batiburrillo
pretende rehacer en un altillo
vocablos en masculino
y su grácil femenino.

Mas quisiera romper una lanza
en esta sibilina chanza,
por las palabras hembras
y machas,
pues mi cabeza no se agacha
ante tanta esperanza
y, ¡pardiez!, cuánta alabanza.

Que más vale maña que caña,
que sobran muchas eñes en España,
pues a mí la arroba no me apaña,
que no la sé leer ni a mí me ataña.


Fermín Aparicio
Publicado en el periódico cadiznoticias.com

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