skip to main |
skip to sidebar
I WILL SURVIVE
Recibió muchos insultos a lo largo de su vida, pero si había uno que no podía borrar de su memoria era cuando aquel día, oyó a su propio padre llamarle depravado. Fue la gota que colmó el vaso de su paciencia y desde entonces hacía ya nueve años que no volvía a casa. Ondear la bandera multicolor del orgullo gay, en un entorno rural y retrógrado como en el que se crío, había sido una tarea arduamente complicada. Pero ahora estaba dispuesto a hacer que aquellos que se rieron de él, obsequiándole con todo tipo de motes tóxicos, se tragarán sus palabras. Él había cambiado, ahora era más fuerte, más seguro de sí mismo y acababa de encuadernar sus más sonados logros como diseñador en aquél estupendo álbum. Cogería a Dixie, su perrito y haría una visita al pueblo.
AZAHARA OLMEDA
No hay comentarios:
Publicar un comentario