EL GRANDE

Nací para mediados del 1929 cuando no hacía ni frío ni calor. Tal vez en un principio no estaba previsto que las cosas fueran por esos derroteros, pero conforme mi familia fue creciendo me fui quedando en el medio, como ese lugar de reunión al que todos van pero que pronto, cuando surge alguien más importante o divertido dejan de lado. Y eso fue lo que pasó cuando llegó Luis, él era más importante, más moderno y tenía un propósito. Con él se podrían conocer otras culturas, siempre había fiesta. A mí, en cambio, llegó un momento, que incluso decidieron cambiarme el nombre, más de ochenta años con el mismo y de repente ya no era el primo de nadie, era solo José Antonio.

Pero yo no soy rencoroso, les recibo cordialmente y me conformo con que vengan a visitarme de vez en cuando. Si les viene de paso para ir a la Universidad, a ver a nuestro Real Zaragoza, equipo de mis amores o incluso, ¡Dios no lo quiera¡ necesiten un poco de oxígeno al salir de una de sus citas en el Miguel Servet.

A fin de cuentas solo soy un parque y tengo que conformarme con lo que mis conciudadanos me ofrezcan.

AZAHARA OLMEDA