DESARROLLO SOSTENIBLE

Nuestra sociedad globalizada necesita cada vez más respetar el medio-ambiente en el que vivimos, nos movemos y existimos, ya que la degradación galopante de la Naturaleza que todos vamos observando cada día, está claro que va a afectar a las futuras generaciones y por la culpa como siempre del dinero o de la economía, no se están tomando medidas urgentes por parte de los gobiernos más ricos del Mundo, para parar ésta contaminación ambiental que nos acecha. Vemos que la Naturaleza cuando se ve agredida responde, como en éste año sucede, con los huracanes que se producen cada vez más virulentos, así como los terremotos, las sequías extremas, como la de nuestro país y muchos países del Africa subsahariana, con el cambio climático que ya está aquí.

Algunos de los países más ricos o adelantados del planeta no cumplen el Protocolo de Kioto, como todos sabemos, para regular el C02 en la atmósfera y esos gases de efecto invernadero se van a quedar ahí cientos de años y van a destrozar la capa de ozono, que nos protege de las radiaciones y todo esto no es ciencia-ficción ni mucho menos es una realidad que está ahí y que los científicos han alertado desde hace mucho y los gobiernos siguen impasibles y las conferencias internacionales sobre el clima son papel mojado y no hay compromisos serios y firmes sobre el tema, que deberían ser los abanderados de ello.

Otro tema vergonzoso es el del hambre en el Mundo, los millones de personas que mueren de hambre cada año en el Mundo y los niños que sucumben por la pobreza, por la marginación social, que tampoco se toman medidas sobre ello y se dan solamente migajas del PIB, de algunos países, cuando con la aportación del 0,7% de los países más ricos del Mundo se podían paliar esta lacra social, que hace años existió ese movimiento reivindicativo de algunas oenegés y dio algún fruto en su momento, pero que se dejó en el olvido, porque no cooperaron los gobiernos como casi siempre. Estamos perdiendo la sensibilidad ante los datos escalofriantes de los muertos de hambre y estamos insensibilizados y lo vemos como un dato más estadístico.

A los países más pobres del Mundo no sólo hay que darles ayuda humanitaria en situaciones catastróficas, sino que hay que darles créditos blandos y perdonarles su deuda externa, para que ellos mismos hagan emerger a su país con unas infraestructuras básicas que ellos sin capital no lo pueden hacer, para que salgan de esa economía de subsistencia y compatibilizar su desarrollo, con el respeto medioambiental y que los progresos tecnológicos sean compatibles con la Naturaleza y no se llegue a un capitalismo feroz y a un consumismo desaforado, como ya está ocurriendo con las economías emergentes chinas e indias, que ya empiezan a afectar a las economías occidentales, con las deslocalizaciones de empresas que se las llevan a esos países, por tener una mano de obra barata, para luego tener que importar esas manufacturas y encima el sangrado de puestos de trabajo que ello conlleva o controlar por parte de los países ricos esas exportaciones y que tengan un techo lógico y razonable, para evitar ésta puntual circunstancia.

Juan Montero Lobo “Visnú” -Segovia-